En la mina Vorkutinskaya, donde hace siete años una explosión se cobró la vida de diecinueve trabajadores, ocurrió otra emergencia. El 6 de marzo a las 4 de la mañana, se produjo allí una liberación de metano, por lo que resultaron muertas dos personas de cuatro que se encontraban en el momento del incidente ¿Es esto una coincidencia o un patrón aún desconocido?
Cada accidente fatal en las empresas mineras es una tragedia, lo que una vez más hace que uno se pregunte si la dirección de las empresas mineras ha hecho todo lo posible para mejorar la seguridad de sus empleados. Sin embargo, para sacar conclusiones de gran alcance, es necesario evaluar el panorama completo.
Entonces, a fines del 2019, si calculamos datos de fuentes abiertas de minas rusas, de 18 accidentes que provocaron lesiones incompatibles con la vida, murieron 21 personas. El episodio más significativo y completamente incomprensible ocurrió en el Territorio de Krasnoyarsk, en la mina Taimyrsky. El 22 de octubre, en el horizonte de menos 1345 metros, se encontraron los cuerpos de tres mineros. Como descubrió Rostekhnadzor, la razón principal de la emergencia fue la organización analfabeta del trabajo: los mineros trabajaban en una mina sin salida, que no estaba ventilada. La falta de ventilación provocó una caída catastrófica de los niveles de oxígeno y como consecuencia la muerte de personas.
Un año antes, se registraron diez casos (seis de ellos en empresas de carbón) que resultaron en 18 muertes. Las estadísticas podrían haber sido más optimistas, pero se estropeó por un incendio que estalló el 22 de diciembre en una de las minas de la empresa Uralkali en Solikamsk. En un pozo en construcción a una profundidad de 340 metros, la espuma de poliuretano y los escombros de la construcción se incendiaron. Como resultado, de 17 personas solo 8 pudieron salir a la superficie, el resto quedó atrapado en una zona llena de humo.
¿Significa esto que estamos presenciando un cambio de tendencia y que el número de accidentes mortales ahora solo aumentará?
“Las tasas de accidentes y lesiones en general continúan disminuyendo, pero aproximadamente una vez cada tres años observamos sus aumentos repentinos. Por ejemplo, en el 2016 en la mina Severnaya, 36 personas murieron como resultado de una serie de explosiones de metano. En el 2013 la tragedia ocurrió en la mina Vorkutinskaya, en el 2010 en Raspadskaya. Afortunadamente, el año pasado no se registraron accidentes importantes y esto es alentador. Al mismo tiempo, las muertes ocurridas indican que el problema aún existe y es extremadamente urgente” dice Oleg Kazanin, Decano del Departamento de Minería de la Universidad de Minería de San Petersburgo.
Las cifras muestran que de hecho, hay cada vez menos víctimas mortales en las minas de todo el mundo. Los expertos de la Administración de Salud y Seguridad Minera de los Estados Unidos señalan que 24 personas murieron en operaciones mineras en los Estados Unidos el año pasado, el nivel más bajo en la historia de los informes estadísticos. Este resultado se logró gracias a la intensificación de las labores preventivas, incluidas las inspecciones masivas del estado de los sistemas de suministro de energía en las obras subterráneas, lo que permitió reducir el número de casos de descarga eléctrica.
En China, se ha logrado un avance real en seguridad ocupacional durante la última década. Si en el 2006 más de siete mil mineros murieron en varios accidentes en la República Popular China, entonces en el 2017 fue casi veinte veces menos, 375. Esta cifra continúa disminuyendo: los informes de accidentes provienen cada vez menos del Reino Medio, y el número promedio de muertes en cada uno de ellos resulta ser cada vez menor. El último incidente tuvo lugar el 22 de febrero de este año. Luego, en una de las minas de carbón en la provincia de Shandong, cuatro personas murieron como resultado del impacto de una roca.
“Las condiciones mineras y geológicas para el desarrollo de depósitos minerales son cada año más difíciles. Entonces, para las minas de carbón la profundidad de la extracción está creciendo, el contenido de gas natural de las vetas de carbón está aumentando, la situación geomecánica se está volviendo más complicada. Al mismo tiempo, la técnica aplicada se vuelve más potente y productiva, lo que significa que aumenta la intensidad de su impacto sobre el macizo rocoso. Todo esto incrementa los riesgos potenciales que deben ser adecuadamente evaluados y tomados en cuenta tanto en el proceso de diseño como durante la operación de las empresas. Dado que cada depósito es un objeto único creado por la propia naturaleza, un pronóstico de alta calidad de las condiciones geológicas y mineras es de particular importancia para garantizar la seguridad de las operaciones. En general, no hay nimiedades en el diseño de las empresas modernas, todos los elementos y parámetros de los esquemas tecnológicos, los sistemas de monitoreo y control de la atmósfera de la mina, todos los subsistemas deben estar cuidadosamente fundamentados”, dice Oleg Kazanin.
En este sentido, destaca el papel especial de los científicos tanto durante la preparación de la documentación del proyecto como en el apoyo científico de las actividades de las empresas mineras. Y afirma que garantizar la seguridad del trabajo sin perder la eficiencia económica de la minería solo es posible en el caso de una estrecha cooperación entre ciencia y empresa. Sin embargo, el elemento clave del sistema sigue siendo la persona.
“Varias empresas mineras están implementando el concepto de cero lesiones. Existen diferentes métodos, pero la base de cada uno de ellos es una persona, su actitud hacia el cumplimiento de las reglas de seguridad, crecientes demandas para sí mismo y los demás. Es fundamental que todos los trabajadores estén motivados para trabajar de forma segura, no tomen acciones de riesgo ellos mismos y no permitan que otros lo hagan. Es por eso que las empresas mineras envían periódicamente a sus empleados a cursos de capacitación avanzada, prescriben las llamadas “reglas de oro”, la política de seguridad y estimulan el desarrollo profesional continuo del personal” señala Oleg Kazanin.
La mayoría de los analistas se inclinan a creer que será posible lograr cero lesiones, no de palabra, pero de hecho solo si se utilizan equipos robóticos para extraer minerales y sobre todo, carbón. Y las personas se convertirán en operadores que controlarán los procesos automatizados desde sus oficinas.
En muchas fábricas, por ejemplo en Australia, este concepto ya se ha implementado parcialmente. Sin embargo, su implementación a escala global aún está muy lejos, y no solo por la falta de tecnología o su alto costo. El hecho es que los propios mineros perciben las máquinas como competidores y afirman que su introducción les quita puestos de trabajo a las personas y conduce al declive económico en regiones enteras.
Esto significa que a corto plazo, la sostenibilidad de la tendencia a la baja de la mortalidad dependerá de algo más que de la transformación digital. Un elemento igualmente importante para mantener la tendencia será incrementar el componente científico en el proceso de preparación de la documentación del proyecto para nuevas empresas mineras y desarrollar recomendaciones para las existentes. Y también, la introducción de un sistema para el crecimiento de las competencias de los especialistas a lo largo de sus vidas. Después de todo, la falta de deseo u oportunidad de mejorar sus conocimientos y habilidades durante la operación de instalaciones de producción peligrosas conduce a una disminución de la competitividad de las empresas y a veces a situaciones de emergencia.
