Este año, se han creado cinco nuevos centros de investigación en la institución de educación técnica superior más antigua de Rusia. Sus profesionales tienen la tarea de elevar el nivel de investigación fundamental a nuevas alturas. "Forpost" decidió averiguar qué tan significativos fueron los cambios estructurales en el trabajo de los científicos de la universidad de San Petersburgo y en qué proyectos específicos están involucrados actualmente.
La idea principal que formó la base de la configuración actual es la necesidad de separar los procesos científicos y educativos, pero al mismo tiempo preservar la oportunidad de atraer a jóvenes talentosos a la investigación. Por supuesto, los laboratorios bien equipados permanecen en cada departamento, donde, como antes, los estudiantes participan. Sin embargo, los instrumentos más valiosos se concentran ahora en los nuevos centros, donde trabajan científicos destacados.
“La ciencia es un experimento realizado con alta fiabilidad y calidad de medidas. Su consecuencia es el resultado: un artículo, una tesis, un descubrimiento. Naturalmente, para lograrlo, necesita una base que le permita realizar una investigación. Tal base son los centros científicos, donde se concentra el equipo más moderno y se forma un ambiente apropiado de confianza. Ahora hay cinco en la universidad” dijo Vladimir Litvinenko, rector de la Universidad de Minería de San Petersburgo.
Ahora los científicos no deben preocuparse de que los dispositivos que necesitan en el momento más inoportuno estarán en demanda durante el proceso educativo que no tiene nada que ver con su investigación específica. Después de todo, tal situación puede extender significativamente sus términos. Por ejemplo, cada experimento de reactor de coquización retardada dura al menos 12 horas. Por supuesto, en caso de un retraso en el acceso a este dispositivo, se pospone automáticamente para mañana, lo que a menudo es inaceptable. No obstante, todos tienen la oportunidad de trabajar en los equipos instalados en los nuevos centros, ya que son áreas abiertas.
“La tarea de todos los Centros establecidos es involucrar en el proceso científico a los investigadores a tiempo completo de los departamentos relevantes, es decir, a todos los científicos. Y ya su tarea es movilizar a todos los profesores que se ocupan de temas similares, porque los profesores que no participan en experimentos científicos no pueden tener una alta competencia profesional. Y sin esta competencia, no pueden ser profesores a tiempo completo. Estos centros también deberían, como un imán, atraer a estudiantes graduados y jóvenes investigadores de entre los estudiantes” explicó Vladimir Litvinenko.
Según Igor Pyagay, director del Centro Científico de Problemas de Procesamiento de Recursos Minerales y Tecnogénicos, gracias al nuevo formato de trabajo científico, su eficiencia ha aumentado significativamente, incluso al aumentar la eficiencia del uso de equipos. Otro factor importante es una clara división de la infraestructura en partes técnicas y analíticas, en relación con la cual los científicos que realizan experimentos no se cruzan con los que interpretan los datos ya obtenidos. Esto se lleva a cabo en diferentes salas y permite que todos se concentren en resolver la tarea que tienen ante sí.
“Era muy importante organizar lugares de trabajo cómodos que cumplieran con los estándares modernos, para equipar los laboratorios con muebles alemanes funcionales adecuados para la investigación científica. Hemos tenido éxito en esto y el personal ahora tienen mucha menos necesidad de moverse de un espacio a otro, lo que, por supuesto, ahorra tiempo. Todo lo que necesita para realizar una investigación está junto a ellos. Se trata tanto de microscopios como de enchufes de alta precisión, cuyo número ha aumentado significativamente gracias a los nuevos blindajes eléctricos; e instrumentos almacenados a la distancia de un brazo en espacios o estantes especiales. Ventilación de flujo y extracción, sistema de alcantarillado interno para la recolección de desechos líquidos, equipo para asistencia de emergencia en caso de emergencia - duchas para lavarse los ojos y la piel, desinfectantes... Todo esto puede parecer nimiedades, pero todo esto forma el ambiente necesario para una investigación exitosa, la obtención de nuevos conocimientos fundamentales y su posterior implementación en la producción” enfatizó Igor Pyagay.
Aclara que ciertamente sería imposible crear un Centro de este tipo desde cero en tan solo 3 meses. Sin embargo, la rica base científica y tecnológica que existía en la universidad, el apoyo y la plena confianza por parte del rector, así como las inversiones de empresas asociadas interesadas en intensificar la cooperación con la Universidad de Minería de San Petersburgo en el campo de procesamiento de materias primas, ayudó. Hablamos, en primer lugar de PhosAgro y Omsk “Titan” cuyas estrategias de desarrollo fueron creadas precisamente por los científicos de nuestra universidad.
Las empresas apoyaron plenamente la idea de Vladimir Litvinenko de cambiar a un nuevo formato de trabajo científico, al igual que los científicos. Por ejemplo, el director ejecutivo del Centro, Vyacheslav Rudko, dijo que defendió su tesis doctoral hace muy poco, hace solo dos años. Luego trabajó en el Departamento de Tecnología Química y Procesamiento de Energía. Además de la investigación científica, su tarea también consistía en realizar clases prácticas y de laboratorio con estudiantes de pregrado. La preparación para ellos y las horas de estudio en sí, naturalmente, tomó bastante tiempo.
“Había tal situación que no podía concentrarme por completo ni en la ciencia ni en las actividades educativas. Y los instrumentos necesarios para la investigación tenían un doble propósito: eran utilizados tanto por científicos como por estudiantes. Por tanto, la creación de centros de investigación, cuyo personal esté exento de docencia, es un paso muy importante. Además, el trabajo con los jóvenes continúa: nuestros equipos de investigación incluyen no solo estudiantes de posgrado o universitarios, sino incluso estudiantes que están cursando la carrera. Después de todo, uno de ellos puede convertirse en el nuevo Gubkin u Obukhov” dice Vyacheslav Rudko.
Igor Pyagay aclara que en este momento hay cinco alumnos del Departamento de Química-Física, cuatro del Departamento de Metalurgia, siete más del Departamento de Tecnologías Químicas y Procesamiento Energético y tres del Departamento de Automatización de Procesos Tecnológicos y Producción. Esto es necesario para que "los jóvenes prometedores enriquezcan el material de la conferencia a través de la participación en experimentos científicos, puedan ver con sus propios ojos y comprender qué cambios en los parámetros de una sustancia conducen a la reacción esperada o, por el contrario, inesperada".
El número de estudiantes de posgrado que realizan investigaciones en el Centro de Problemas de Procesamiento de Recursos Minerales y Tecnogénicos, por supuesto, es mucho mayor. Después de todo, los estudios de posgrado no son en absoluto la siguiente etapa de la educación, como muchos creen erróneamente, sino la etapa inicial de la actividad científica independiente. En este sentido, los jóvenes que se inscriben en el centro reciben no solo una beca, sino también un salario, registrándose en el estado para los puestos relevantes. Su salario puede ser de hasta 60 mil rublos.
¿Cuáles son los estudios que se realizan en el marco de proyectos en misión estatal, subvenciones de la Russian Science Foundation o acuerdos comerciales de cooperación con clientes privados? Por ejemplo, la adquisición de nuevos conocimientos y la creación de tecnologías innovadoras sobre su base en el desarrollo de catalizadores necesarios para la síntesis de diversos materiales. Otra área importante son los aditivos para combustibles que minimizan el daño ambiental de las emisiones de escape de los automóviles. Hoy provocan hasta el 70% de todas las emisiones de contaminantes en las ciudades y si esta cifra se reduce al menos a la mitad, el efecto será muy notorio. El tercer vector es el desarrollo de componentes para el biodiésel, que a diferencia del combustible convencional, no se produce a partir del petróleo, sino del aceite vegetal. Sin embargo, el trabajo científico más prometedor y lo más importante, extremadamente necesario para la economía nacional, Igor Pyagay considera la investigación en el campo de la obtención de coque de aguja.
“La profundidad del refinado de petróleo en Rusia en algunas refinerías es del 65-67% que es muy poco. En los países occidentales, esta cifra alcanza el 97%, ya que todas las fábricas están equipadas con reactores de coquización. Permiten participar en el procesamiento de las fracciones pesadas que quedan después de la destilación primaria del petróleo. Nuestra tarea no es solo introducir esta tecnología, sino también obtener, gracias a ella, nuevos productos de alto margen. En particular, se requiere coque de aguja de primera calidad para la fabricación de ánodos y electrodos de grafito. Son, por ejemplo, una batería de iones de litio. El coste del coque de aguja es diez veces superior al del coque convencional. Pero para producirlo, debe calcular cuidadosamente todos los parámetros del equipo y determinar las características de calidad de la materia prima. Cualquier error en los cálculos puede afectar a las propiedades del producto final y por tanto, a su precio. Para evitar tal desarrollo de eventos, es necesario realizar una gran cantidad de experimentos relacionados con la separación de fracciones pesadas y el análisis del resultado obtenido” dijo Igor Pyagay.
El reactor, en el que se lleva a cabo una investigación especializada, cuesta alrededor de 5 millones de rublos y esto está lejos de ser el equipo más caro que los científicos tienen a su disposición. En general, la creación de un centro científico completo, teniendo en cuenta los trabajos de reparación, la compra de muebles especializados y todos los dispositivos necesarios, puede alcanzar los 2 mil millones. Las inversiones en capital humano también son importantes. Por ejemplo, se necesitan más de 2 millones al año para capacitar a cada estudiante de posgrado.
Los fondos presupuestarios, por supuesto, no son suficientes. Su carencia está compensada por donantes, es decir, empresas asociadas que invierten en jóvenes prometedores. Corporaciones como PhosAgro, Rosneft, Gazprom, Russian Copper Company, Titan, Caterpillar, Schneider Electric, Orica y Total participan en la mejora de la calidad del entorno científico y educativo creado en la Universidad de Minería y como resultado, en la formación de un modelo científico-intensivo de la economía nacional. Y esta es una de las tareas clave del desarrollo estratégico de Rusia.
