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La importancia que tiene contar con personal e instalaciones médicas para mejorar respuesta ante emergencias mineras

Las condiciones de riesgo, con las que los trabajadores de las operaciones mineras tienen que convivir a diario, entre las que se pueden mencionar la exposición a sustancias químicas, el manejo de explosivos, el desprendimiento de rocas o la probabilidad de incendios; generan que resulte imprescindible que toda empresa esté obligada a prestar, de forma gratuita, todas las atenciones de urgencias y emergencias médicas, debiendo disponer de un centro asistencial permanente a cargo de un especialista y personal de enfermería. Dicho establecimiento. debe contar con la infraestructura que asegure una atención oportuna, eficiente, adecuada y organizada a los pacientes

El destacado equipo de especialistas de la Sociedad Internacional de Minería y Metalurgia de Perú (SIMIN), son muy exactos al comentar que este tipo de obligaciones no solo se aplican para las grandes empresas; por el contrario, indican que, tanto los pequeños productores como los artesanales, deberán contar con un centro asistencial permanente a cargo de un tecnólogo médico con especialidad en primeros auxilios ante emergencias y desastres.

Estas mismas exigencias también se aplican en el caso de aquellos proyectos que cuentan con equipos de trabajo reducidos en actividades itinerantes, lo cuales deberán contar con, por lo menos, un trabajador capacitado en primeros auxilios además de un botiquín para este fin; tal y como también se establece en la edición 2020 del Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería.

Dentro de este mismo documento se establece que todo titular de un proyecto minero, o representantes de las empresas encargadas, deberán contar con una ambulancia, como mínimo, para el transporte de pacientes. Es importante anotar que dicho vehículo debe cumplir con algunas características como contar con un ámbito de acción de veinticinco kilómetros. Además, debe estar equipada con un equipo de comunicaciones apropiado para la zona. Se debe tener en cuenta que, si existen varios responsables de operaciones extractivas, las cuales, por su ubicación geográfica, tienen sus centros de trabajo ubicados a menos de una hora de transporte, tendrán la capacidad de integrar mancomunadamente un establecimiento de salud, de acuerdo al número total de sus trabajadores.

Dentro de las operaciones se encuentran espacios como las plantas de beneficio, laboratorios, dosificadores de reactivos, almacenes y depósitos, donde los trabajadores están expuestos a sustancias químicas y/o materiales químicos. Además de la capacitación constante y evaluación periódica que debe recibir este personal sobre primeros auxilios y situaciones de emergencia; estas áreas también deben estar equipadas con botiquines, y con los respectivos mecanismos que garanticen su conservación, como son los equipos de refrigeración. Además, se deben disponer paneles o fichas informativas, las cuales deben ser totalmente visibles, y contener información sobre los medicamentos que requieran ser aplicados de manera especial.

Como parte de los servicios de medicina ocupacional, las empresas deben programar evaluaciones físicas de forma periódica, sobre todo de aquel personal que realiza labores que demandan un mayor esfuerzo físico o demandan una capacidad de resistencia más alta. Esto estará a cargo de un médico cirujano con especialidad en medicina ocupacional, o medicina de trabajo.

Dentro de estas evaluaciones se pueden destacar los exámenes de salud, pre ocupacional, anual, que se llevan a cabo por cambio de función y de retiro, con la intención de detectar tempranamente cualquier enfermedad ocupacional o condición de salud que requiera atención o restricción en su labor. Además, se debe incluir el registro de accidentes de trabajo, enfermedades ocupacionales, descansos médicos, ausentismo por enfermedades, evaluación estadística de los resultados y planes de acción. De esta forma, las empresas pueden brindar asesoría en materia de control de salud, enfermedad ocupacional, primeros auxilios, atención de urgencias y emergencias médicas.

Se debe indicar que estas evaluaciones se deben aplicar a todo el personal, sin importar el área en la que se desempeñan o el tiempo de experiencia. El trabajador deberá tener muy en cuenta que aquel que no cuente con la constancia de aptitud emitida por el área de salud ocupacional, no podrá laborar. Esta decisión será respetada por el postulante, trabajador y el titular de la actividad minera. La convocatoria es responsabilidad del empleador, quien informa sobre la fecha vía escrita y el colaborador tiene la responsabilidad y obligación de someterse a todas las pruebas. Los resultados de las mismas serán informados al colaborador de forma confidencial, siendo los encargados de esta tarea, el médico o el jefe directo.

Finalmente, como parte de la preparación en primeros auxilios, se conforman las Brigadas de Emergencia, cuyos integrantes se presentan de manera voluntaria y deben estar preparados para responder ante cualquier contratiempo, tanto en el interior de la mina como en la superficie de la misma. Para comprobar la eficacia de estos grupos, se debe efectuar simulacros, tanto programados como espontáneos, por lo menos una vez cada trimestre. Asimismo, se recomienda activar los sistemas de alarmas, por lo menos cuatro veces al año, con el fin de capacitar y evaluar la respuesta de los trabajadores ante estas situaciones de emergencia.

Fuente: Sociedad Internacional de Minería y Metalurgia (SIMIN)

https://www.simim.org/