Entre los cinco mil minerales conocidos por la ciencia, solo hay uno, sin el cual una persona no puede existir. Es indispensable para el cuerpo como la comida o el agua, pero al mismo tiempo carece de interés para los joyeros. Hace un siglo, esta piedra dominaba el mundo. Hay miles de formas de usarlo en estos días. Rejuvenecen el cuerpo y prolongan la vida, tratan enfermedades y fortalecen el sistema inmunológico, limpian superficies y conservan los alimentos y, a veces, incluso matan.