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Estudiante de la Isla de la Libertad: “En Cuba creen en Rusia”

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© Форпост Северо-Запад / Павел Долганов

Cuba es la isla más grande del Caribe. Esta es la tierra de las playas blancas como la nieve, el sol deslumbrante, los autos antiguos, la arquitectura colonial, los puros aromáticos y el ron. También es la patria de los hermanos Fidel y Raúl Castro, a raíz de cuya ideología el país sigue avanzando.

Desde hace más de 60 años, el Estado vive bajo las sanciones más duras de Estados Unidos, bajo un verdadero bloqueo. Se aplican medidas restrictivas a los alimentos, la ropa, la electrónica, los aviones... Es decir, casi todas las importaciones que Cuba necesita con urgencia. En este sentido, incluso los productos esenciales no siempre están en los estantes, las farmacias a menudo no tienen medicamentos y las estaciones de servicio locales no tienen combustible. Sin embargo, la Isla de la Libertad, que sigue siendo uno de los últimos bastiones del socialismo, no se rinde a la merced de los estadounidenses.

Hasta el colapso de la URSS, la cooperación con Moscú ayudó a La Habana a resistir la presión de Estados Unidos. La Unión Soviética suministró petróleo, combustible diesel, alimentos, maquinaria agrícola, repuestos y brindó asistencia técnica y militar. A cambio recibimos ron cubano, azúcar de caña y tabaco.

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© Photo by Dustan Woodhouse on Unsplash
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© Photo by Eye on Unsplash
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© Photo by Robin Canfield on Unsplash

Habiendo perdido lo que parecía una fuente inquebrantable de recursos y un mercado de ventas en la persona del Kremlin, Cuba no se desvió del rumbo elegido allá por los años cincuenta del siglo pasado. Esto fue facilitado en gran medida por la comunidad de países latinoamericanos de la “Alternativa Bolivariana”, creada hace exactamente 20 años. Gracias a la cooperación económica y política con Venezuela, no solo apareció en la isla petróleo barato, sino también una Internet estable: se tendió un cable desde Caracas a lo largo del fondo del mar.

Recientemente, sin embargo, este aliado no ha sido capaz de proporcionar a sus socios ninguna ayuda significativa. Después de todo, la propia República Bolivariana ha caído bajo la presión estadounidense, hay una enorme inflación en el país, escasez de alimentos e incluso de combustible. A pesar de que Venezuela ocupa el primer lugar en el mundo en cuanto a reservas de petróleo. Recientemente, sin embargo, este aliado no ha sido capaz de proporcionar a sus socios ninguna ayuda significativa. Después de todo, la propia República Bolivariana ha caído bajo la presión estadounidense, hay una enorme inflación en el país, escasez de alimentos e incluso de combustible. A pesar de que Venezuela ocupa el primer lugar en el mundo en cuanto a reservas de petróleo.

En una palabra, como dice el proverbio popular ruso, "no importa dónde lo arrojes, siempre hay algo". Sin embargo, Cuba continúa resistiendo y no tiene planes de doblegarse ante el mundo occidental. Sus habitantes, por cierto, se encuentran entre los más alfabetizados del planeta. Desde la época de la revolución (1959), el país cuenta con un programa que garantiza la educación gratuita, tanto secundaria como superior, a todos los ciudadanos. El gobierno corre con el costo total.

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© Photo by Ricardo iv Tamayo on Unsplash

El Estado dota de uniformes a los niños, niñas y adolescentes, asigna autobuses gratuitos a las escuelas y universidades con todo el mobiliario y equipamiento necesario. Esta es una ventaja absoluta del socialismo. En Estados Unidos, por ejemplo, el costo de estudiar en una universidad ya alcanza los 70 mil dólares al año, es decir, la buena educación allí se está convirtiendo gradualmente en una prerrogativa de las élites, lo que, por supuesto, contribuye a la estratificación de la sociedad. En nuestro país, todos son iguales en sus derechos. Cada uno puede elegir de manera independiente su propio camino en la vida: ya sea ingresar a una de las 47 instituciones de educación superior del país, o ir a trabajar”, ​​dice Yasmany Medina Saldívar.

Es estudiante de maestría en la Universidad de Minería de San Petersburgo de la Emperatriz Catalina II y estudia en el programa "Seguridad de la tecnosfera". Por cierto, ya es docente en Cuba, en la Universidad de Moa. Vino a Rusia para mejorar sus cualificaciones, sin dejar de ser docente de la universidad.

“En general, el sistema educativo nacional de Cuba es similar al modelo de su país. Por ejemplo, la educación secundaria obligatoria en nuestro país también dura 9 años. Luego podrás continuar tus estudios en una de dos direcciones: preuniversitaria o vocacional, diseñada para tres años. Y luego obtener la educación superior”, explicó Yasmany.

Llegó a Rusia a través de un programa organizado por el Ministerio de Educación de Cuba. El gobierno ruso asigna 100 cupos para los estudiantes universitarios y de posgrado más talentosos, el joven estuvo incluido.

“En la universidad cubana donde trabajo solo enseñan minería. Este es un área de preparación extremadamente relevante para nosotros, ya que bajo las condiciones de las sanciones debemos dotarnos de recursos, si esto, por supuesto, es posible, si están en nuestras profundidades. Además, debemos introducir las tecnologías más avanzadas para reducir el coste de la minería y el número de accidentes. Vine a la Universidad de Minería de San Petersburgo, en primer lugar, para ampliar mis conocimientos en el campo de la seguridad industrial. Es que hace varios años vinieron a nosotros representantes de esta universidad, me contaron muchas cosas nuevas. Entonces se me ocurrió la idea de ir a la ciudad del Neva para mejorar mis competencias. Lo que vi superó todas mis expectativas: esto se aplica al equipamiento de los laboratorios y, lo más importante, a la velocidad de implementación de los resultados de los experimentos científicos de los científicos en producción real”, dice el estudiante cubano.

No concede menos importancia a su desarrollo cultural que a la educación. En la isla hay más de una docena teatros y museos en la Isla de la Libertad, que el joven visita regularmente. Pero en la capital del Norte, por supuesto, hay muchos más lugares de atracción de este tipo.

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© Photo by Diego Gennaro on Unsplash

“En Cuba conocen y aman a Tchaikovsky y su música clásica en general. El Teatro Bolshoi de La Habana se muestran producciones que combinan las tradiciones del ballet ruso, los clásicos italianos y nuestra danza folclórica. En San Petersburgo logré visitar el Teatro Mariinsky, donde vi El lago de los cisnes y El cascanueces. Estaba encantado”, recuerda Yasmany.

Añade que, a pesar de la ruptura de las relaciones entre La Habana y Moscú a principios de los años 90, que afectó a la economía y al nivel de vida general de toda la población de la isla, los cubanos hablan muy bien de los rusos.

“Todo cubano podrá mostrar a Rusia en el mapa mundial. Por las lecciones de historia escolares sabemos muy bien el heroísmo que demostró el pueblo soviético durante la Segunda Guerra Mundial en la lucha contra el fascismo. Los cubanos también son muy conscientes de la alta calidad de la educación en Rusia y del patrimonio cultural de su país. En la Isla de la Libertad aman a Rusia y creen en su país”.

Después de completar su maestría, Yasmany planea regresar a su tierra natal. Confía en que los conocimientos y habilidades adquiridos en Rusia tendrán demanda no sólo en las aulas de la universidad donde trabaja, sino también en el yacimiento de cobalto y manganeso de Moa, situado a sólo cuatro kilómetros de la universidad. Allí pretende poner en práctica los resultados de sus investigaciones científicas en el campo de la seguridad industrial.