A mediados del año pasado, la Comisión Europea publicó la ”Estrategia del hidrógeno para una Europa climáticamente neutra”. Según Bruselas, es el primer número de la tabla periódica, junto con las fuentes de energía renovables, que debería permitir al Viejo Mundo reducir su huella de carbono a cero y, como resultado, minimizar la contaminación ambiental. Para 2030, la capacidad de generación de electrolizadores construidos dentro de la Unión Europea debería ser de al menos 40 giga vatios (menos del 4% de la capacidad instalada total en 2018). Está previsto importar exactamente la misma cantidad, incluso de nuestro país.